viernes, 11 de noviembre de 2011

Los hermanos Cori, orgullo del Perú


Los hermanos Cori, orgullo del   Perú
A pesar de la falta de recursos, y las adversidades  nuestros campeones mundiales en ajedrez supieron salir adelante, el sueño se convirtió en realidad. Ello debe  también de agradecerse a su padre quien les inculcó la pasión por el 'deporte ciencia'.

No crecieron en un palacio o en una casa lujosa,y con todas las comodidades  pero eso no fue impedimento para que los hermanos Jorge y Deysi Cori toquen el cielo. Ambos, se coronaron campeones mundiales juveniles de ajedrez en Turquía. Y ahora forman parte de la élite de ese deporte.
Los Cori nacieron, crecieron y aún continúan radicando en Villa el Salvador. Y fue

 precisamente en ese pujante distrito donde descubrieron su arte sobre el tablero de ajedrez: un campeonato distrital los puso en la 

vitrina nacional del deporte ciencia. Luego vendrían las giras y los trofeos internacionales.

“Este año cumplí las metas que me tracé en un inicio. Soy Gran Maestro Internacional y campeón mundial juvenil”, confesó Jorge Cori. 


Los Cori son sencillos y muy bien educados. No piensan en riquezas  materiales, pero sí en el éxito y el reconocimiento por sus logros deportivos.
Es por eso que cuando regresaron de Turquía, se emocionaron al ver el aeropuerto Jorge Chávez abarrotado de personas. El coreo de sus nombres y los carteles en agradecimiento por el triunfo mundial los sorprendieron. No sabían qué hacer, si reír o llorar. Al final, fueron las dos cosas.

Mientras los niños crecen entusiasmados jugando fútbol o viendo televisión, ellos lo hicieron ensayando jugadas sobre un tablero de ajedrez. Deysi y Jorge Cori no llegan a los 17 años, pero ya tienen una enorme experiencia en el competitivo mundo del ajedrez.
Su historia de éxito empezó en casa y de una manera muy sencilla. Su padre, Jorge, siempre fue aficionado al deporte ciencia. Un día, Deysi lo vio jugar y le pidió que le enseñe. Desde entonces nunca más dejó el tablero. Tenía solo ocho años, pero sabía que su futuro estaba en el ajedrez.

Las partidas entre padre e hija comenzaron a cambiar de giro. La niña empezó a ganar y a despertar el interés de su hermano menor en el “extraño juego de los cuadraditos de colores”.
Jorge hijo tenía solo seis años. Y, al igual que su hermana, empezó a descifrar códigos y sistemas. Entonces, llegó el momento de brindarles su oportunidad. “Los matriculé en la Academia de Ajedrez de Villa El Salvador y allí aprendieron la técnica”, contó don Jorge Cori (padre), con emoción.
Entonces, el tiempo e interés hicieron su parte. Los hermanos genio empezaron a arrasar en todos los torneos. Y este año se destaparon: ahora el mundo del ajedrez está a sus pies.

Fuente:Atilio Mundaca Casanova

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