sábado, 12 de noviembre de 2011

DE CHATARRERO A GRAN EMPRESARIO


DE CHATARRERO A  GRAN EMPRESARIO
Julio Surco es un emprendedor peruano ejemplar. «Si se quiere construir un negocio existen tres cosas importantes: la necesidad, los sueños y la decisión», revela el dueño de Industrias Surco, empresa que se dedica a la fabricación de equipos para gastronomía.

La historia de emprendimiento de Don Julio se inicia con su despido temprano de una empresa norteamericana. Con muy poco dinero y una familia con necesidades, no le quedó otra opción que recolectar, por las calles de la capital, todo tipo de chatarra y láminas metálicas, las mismas que podían 
ser reutilizadas. De esa forma pudo tener ingresos temporales.
“..... la cosa es pararse al medio y mirar alrededor. Siempre hay alguien que necesita lo que uno hace, pero el compromiso es hacerlo cada vez mejor....”

Los primeros 80 soles que ganó fueron invertidos en comprar artefactos en
mal estado para repararlos. Luego de poner en funcionamiento las licuadoras, ba-
tidoras y planchas que compró, se dirigió al jirón Paruro (en el centro de Lima)
para venderlas como máquinas de «segunda mano», arregladas y limpias. Man-
tuvo esta actividad por casi dos años.
Tiempo después se presentó a la convocatoria de una empresa que pertenecía
a Federico Harmann, dedicada a la fabricación de productos industriales. Allí
trabajó por ocho años. «Me acuerdo que diseñamos una máquina para preparar
pollo broastet, que marcó
. toda una moda en el Jirón de la Unión», relata
nuestro entrevistado.
Negocio propio. Con el pasar de los años, don Julio advirtió que era el momento de trabajar por su cuenta. Con la liquidación de su retiro definitivo de la empresa industrial, y acompañado de algunos trabajadores que conoció en el camino, puso en marcha una pequeña empresa a la que la llamó Industrias Surco. «Mi capital fue de 5 000 soles; como yo tenía conocimiento técnico y sabía las necesidades del mercado, comencé a elaborar batidoras, ollas arroceras y diferentes productos con la marca Surco».
Más adelante emprendió un nuevo reto: conseguir su propio terreno en el Parque Industrial de Villa el Salvador, que en aquel entonces era un arenal. Don Julio ganó un concurso de adjudicación y permanece hasta la actualidad
en d
icho lugar. Protedor del ambiente. Hoy, Industrias Surco cuenta con infraestructura de última generación, que permite la creación de equipos para el rubro gastronómico. «Al ser una empresa industrial tenemos un compromiso con el medio ambiente. Por ello hemos creado un horno ecológico para pollos a la brasa y también un filtro para convertir el humo de los hornos de carbón, o de leña, en vapor de agua», explica con orgullo este emprendedor peruano.
Hay que destacar que los productos de Industrias Surco se exportan a Estados Unidos, pero los envíos son engorrosos por el tema de los múltiples certificados requeridos. Este año, sin embargo, la empresa cumplirá todos los requerimientos
para exportar con mayor facilidad.
Industrias Surco fue una de las empresas distinguidas con el Premio Presidente a la MYPE 2010, por su destacada gestión de fuentes de empleo y ser ejemplo de emprendimiento, esfuerzo y desarrollo empresarial.

A pesar de los repetidos éxitos, Julio Surco no está satisfecho con lo logrado hasta el momento; por eso, para mediados de este año lanzará un novedoso producto llamado Cantacho, que es una máquina
especial para preparar pollos crocantes con delicioso sabor
. peruano.
Don Julio sentencia: «Lo más interesante es que la venta de este
producto incluye una receta para preparar el pollo
, que seguramente
superará en sabor a sus competidores, como la famosa cadena norteamericana KFC»
.
Fuente:Bussiness  revista económica.


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