domingo, 16 de octubre de 2011

LA VOCACIÓN ARTÍSTICA




Se que esto les ocurre a muchos jóvenes , un ejemplo yo misma, los cuales se han tenido que resignar a estudiar una carrera artística por ingeniería, medicina o ciencias. Creo que lo padres tendrían que leer este articulo , así de repente entenderán los motivos por los cuales nos sentimos mejor o mas desarrollados con una carrera artística .Y aquí les viene el sermón para los padres:(si eres joven y te pasa lo mismo imprimelo y léelo).

Cuando llega el momento en que los hijos deben elegir su futuro, entran en juego factores tales como la inclinación natural de ellos , el talento, o tal vez , la profesión de los padres.

En ocasiones los jóvenes se sienten atraídos por carreras que le brinden oportunidades de ganar dinero a corto plazo.
En otras están inclinados a seguir la profesión de la familia como en el caso de profesiones liberales tales como , arquitectura, ingeniería etc.

En ocasiones muy especiales se conjugan el talento y la inclinación de seguir algo diferente a la tradición familiar, como en el caso de quienes quieren seguir la carrera de actuación , canto, pintura , o la danza.

En tales casos existe el problema en que los padres entran en crisis por el temor a que ellos pierdan el tiempo y la oportunidad de obtener beneficios de la profesión que han elegido.

Si bien es cierto que la vocación artística no es bien paga en muchos casos, debemos tener en cuenta que las retribuciones no siempre se miden de forma pecuniaria. No obstante hay casos en que el éxito económico y la vocación van de la mano. Ésta es la felicidad.



Grandes cineastas como Steven Spielberg por ejemplo han dejado de lado carreras universitarias para seguir lo que les gustaba y se han hecho ricos y famosos.


La satisfacción de hacer lo que nos gusta, el servicio a los demás, los aplausos, el reconocimiento por ejemplo, son intangibles que no pueden tener precio pero valen mucho.

La frustración de no haber hecho lo que nos gusta hacer no nos deja en paz, no existe dinero en el mundo que pueda curar este dolor.

A los adultos nos gusta ver una buena película , nos entusiasma una exposición de pintura, disfrutamos de una novela. Pero cuando se trata de nuestros hijos, tenemos todos los reparos del mundo.

Cuando ellos nos plantean el deseo de seguir una carrera artística, nos ponemos furiosos y tratamos de disuadirlos por otra alternativa que les brinde éxitos económicos, como derecho, medicina o contabilidad.






Es cierto por otro lado de que muchos jóvenes desean convertirse en estrellas del fútbol por el mero hecho que existen estrellas del deporte que ganan millones de dólares y piensan que pueden emular a su ídolo.

En tal caso no existe vocación y seguramente tampoco talento, porque para llegar a la cima se debe contar con ambos elementos.

Bien lo dijo una famosa bailarina de ballet llamada Anna Pavlova "No se puede llegar al éxito sólo con talento , hay que imprimir trabajo, para convertir el talento en genio".


Edison lo dijo en forma parecida "El éxito es producto de uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración".


La perseverancia y la determinación son virtudes que se deben cultivar para lograr objetivos.


Llega un momento en que ellos deben decidir lo que van a hacer de sus vidas, como hijos de la vida que son.

Debemos tener en cuenta que el hecho de haberles financiado los estudios , no nos da derecho a obligarlos a ir en contra de su vocación aunque ésta se diluya con el tiempo y se convierta en un mero hobby.



Entre el fracaso y el éxito hay muchos kilómetros, una distancia que ellos mismos pueden recorrer.

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